Si en ocasiones, los escritos de Camnitzer proponen un entendimiento de la obra como generada por causas sociales, o esta es reducida al contexto de su creación, en otras oportunidades –especialmente en su propia producción plástica– las obras participan de esa misma trama social. Si en las primeras dos conceptualizaciones la obra es simplificada a ser representación o resultado de una localidad dada, la tercera alternativa exige explorar una tradición artística politizada, donde lo radical de la obra ya no reside en lo que ella tenga para comunicar, sino en el modo en que ella es capaz de intervenir en las mismas condiciones de existencia reconfigurando la experiencia ante un hecho.
Así es como se está viendo al video. De hecho más que producto de su contexto (realidad), lo que se pide de él es ser herramienta de cambio, su intervención práctica en esa realidad. Por ende no solo producto.