ando damos clase fuera, es necesario que nos paremos a pensar en el impacto medioambiental, igual que hacemos con cualquier otro aspecto de la educación que impartimos. Gracias a nuestra labor de protección, con los años deberíamos transformar el recinto de los centros educativos y otros espacios del barrio en lugares más adecuados. Tenemos derecho a utilizar un lugar, pero también tenemos la responsabilidad de cuidarlo.