Se me olvidó
De tanto mirarte
se me olvidó
girar mi mirada hacía mí.
Se me olvidó
sentir mis caricias,
oír mi voz.
Guardé mis deseos
para tiempos de soledades.
Las fuerzas, las ganas
nacían y morían
en tus sueños.
Se me olvidó
que es fácil caminar sola
sin tropezar, sin pisotones,
sin más guía que una misma.
De tanto quererte,
se me olvidó amar
a quien más fiel me sería,
a mí misma.