se quería morir. No soportaba ver su cara en el espejo.
Susanna no sabrá cómo consolar a Harriet si le sucede algo parecido. Le repetirá frases trilladas sobre igualdad racial, pero no podrá decir: «A mí también me pasó. Sobreviví. Tú también sobrevivirás». No podrá decir: «Esta es nuestra familia». Lo único que Susanna sabe sobre la cultura china procede de libros y películas. Sin su verdadera madre, Harriet podría crecer odiando su parte china.