Bailé, bailé mucho. Todos bailamos mucho. Mi hija alegre de verme alegre. Pensó que estaba borracha. Hace tanto que no me ve reír.
Despierto al lado de un amigo. Gracias por el regalo. Tú eres el regalo, dice. Me acompaña hasta la puerta. Te llamaré más tarde, oigo al cerrar la puerta. Entro en casa, me ducho y me quedo dormida hasta la noche. Al despertar borro parte de los mensajes que me envías. Todos los abrazos. Todo lo que me confirma la separación. Vienes un momento a felicitarme. Preguntas cómo fue la fiesta. Dices que ya has encontrado un piso para vivir, un piso pequeño pero muy bonito. Se te humedecen los ojos. ¿Me echas de menos? A veces, dices. Yo, te digo, todo el tiempo.
Cuando te vas empiezo a llorar. Lloro un rato y me lavo la cara. Preparo la cena. Mi hija me dice que está incómoda conmigo, que no sabe qué puede decir y qué no. Le digo que hable con naturalidad, que no se preocupe.