veo estos programas de mierda para convencerme de que la vida es de verdad tan miserable; que no es amor, ni belleza, ni ingenio, ni desafíos, ni conquistas, ni naturaleza, ni mar, ni viento, ni veleros, sino un sórdido asunto de rencores, chismorreos, miedo y olor a cerrado, como aquí la rebajan. Así, ¿comprendes?, me resulta más natural abandonarla