Ese imbécil de Cole, que se cree tan listo, pero se queda metido en este agujero, por muy grande que sea. Está claro que no consiguió sobrevivir en una ciudad siendo así que es otra clase de lucha la que ocurre allí. Clifford, que no dice una palabra, pero que me mira con una expresión que ya he conocido de sobra, una expresión que te hiela la sangre, como si, a fuerza de vivir aquí, se hubiera vuelto un animal. Y Freeman, del que ni siquiera sé su nombre de pila, que se instala aquí al jubilarse, y eso que parece estar más sano física y mentalmente que los demás. No hay quien lo entienda. Supongo que les gusta la naturaleza, los espacios abiertos, como si esa expresión fuera de por sí como una fórmula mágica que lo resolviera todo