Ciertamente, un proceso de esa naturaleza, no tiene lugar en el vacío, no responde a una elección completamente libre de colores, formas o materiales. Cada producto es el resultado de la influencia de muy diversas condiciones y decisiones, no solo estéticas. El desarrollo socioeconómico, tecnológico y cultural, en concreto, junto con los antecedentes históricos y las condiciones técnicas de la producción, desempeñan un papel tan importante como las demandas ergonómicas, los requerimientos ecológicos, los intereses económicos y políticos, o las aspiraciones históricas y experimentales. Por tanto, tratar con el diseño implica siempre reflexionar sobre las circunstancias en las que surge, así como visualizar el efecto de tales condiciones sobre los productos.