En su etapa final, los intereses de la propia casta dirigente soviética (siguiendo al profesor Marat Cheskov llamémosla Estadocracia, grupo social que concentraba las cinco funciones esenciales de la sociedad: poder político, propiedad, ideología, dirección y organización) fueron el principal factor de disolución. Desde ese punto de vista se puede hablar de «autodisolución».