De este modo, en 1282 el sacerdote de Inverkeithing encabezó la danza de la fertilidad en torno al atrio de la iglesia; en 1303, el obispo de Coventry, como otros miembros de su diócesis, rindió homenaje a una deidad en forma de animal; en 1453, dos años antes de la rehabilitación de Juana de Arco, el prior de Saint-Germain-en-Laye ofició los mismos ritos que el obispo de Coventry. Todavía en 1613 De Lancre puede decir, hablando de los Bajos Pirineos, “la mayor parte de los sacerdotes son brujos”,