Desde la aparición de la escritura, se tienen indicios de la existencia de la epilepsia. Así, se han descrito manifestaciones que pueden interpretarse como epilépticas en todas las culturas madres, desde Mesopotamia hasta la India y China. La enfermedad sagrada (Morbus sacer, en latín) figura en documentos de la antigua Mesopotamia (5000 a.C. aprox.), en donde se la relacionaba con “la mano del pecado” y con el dios de la Luna (más tarde nos referiremos a la interesante asociación entre el término “lunático” y la epilepsia).