En la década de 1960, MacLean estableció el modelo del cerebro triuno para explicar el funcionamiento del cerebro. En este modelo se decía que teníamos tres cerebros con áreas específicas para cada cosa. A saber, cerebro reptiliano para responder de forma instintiva (asociado a variables fisiológicas), cerebro mamífero o límbico para la parte emocional (las intuiciones, no verbal), y cerebro pensante para razonar, solucionar problemas, etcétera.