Esta condición de inmortalidad y completud los embriagó de soberbia, hasta el punto tal de que se animaron a compararse con los dioses. Estos, enojados y a modo de represalia, los partieron al medio dividiendo a cada uno en dos mitades que mezclaron y esparcieron por el mundo. En ese mismo acto, también les fue arrebatada la vida eterna y nos dice Aristófanes que, a partir de enton