Examinando a fondo lo sucedido descubrí que cuando decían: "soy rico, soy próspero", sólo sentían estarse mintiendo a sí mismos.
Es indudable que todas estas afirmaciones fueran rechazadas por su mente consciente, obteniendo como resultado lo contrario a sus afirmaciones. Todas obstaculizaban la petición o súplica por cuanto su naturaleza indefinida implicaba una necesidad dudosa, sin convicción y sugerían la pobreza.
El subconsciente recoge la idea o afirmación dominante, sea verdadera o falsa. Los
mejores resultados se obtienen cuando la afirmación se hace con naturaleza definida,
específica, sin producir discrepancia o conflictos mentales. El subconsciente sólo acepta lo
que se siente como verdadero, lo que se le presente como una convicción; nunca,
afirmaciones o ideas vagas, vacías.