Nadie en este bar aceptaría que yo le dijera que no sabe hablar porque todos están convencidos de que pueden hacerlo y confunden poder con saber. Ellos no ven al lenguaje como algo que se hace y se rehace, sino como algo inmutable, algo fijo. Creen que la verdad se encuentra fuera de las proposiciones y que estas sólo sirven para narrarla. Esto es un problema para el conocimiento.