estos ejercicios no entrenan solamente al cuerpo, la mirada, la voz, el movimiento, el gesto. “¡Entrenamiento, entrenamiento! Pero si es un entrenamiento que sólo ejercita el cuerpo y no la cabeza, ¡no, gracias! No tengo necesidad de actores que, por saber moverse, no sepan pensar” insiste Meyerhold.2