ampoco el intelecto puede conocer a Dios. “Dios es Espíritu” (Juan 4:24), y, por lo tanto, solo puede ser conocido espiritualmente. El hombre caído no es espiritual, sino carnal. Está muerto a todo lo que es espiritual. A menos que nazca de nuevo, que sea llevado sobrenaturalmente de la muerte a la vida, milagrosamente trasladado de las tinieblas a la luz, no puede siquiera ver las cosas de Dios (Juan 3:3), y mucho menos entenderlas (1 Corintios 2:14).