Una guerra subterránea y esparcida, generada directamente por la actual fase del capitalismo, de camuflado carácter tecnofascista: unas falsas democracias que solo aceptan a quienes se alienan y que escupen y marginan a los que se salen de las reglas; con una democracia emblemática, la estadounidense, que tiene restringido el derecho a la libre manifestación.