, ese es precisamente el problema, que no eres capaz de recordar algo más. Aun así, salen nuevamente y compruebas efectivamente que la fascinación por su físico es única, como ninguna que hayas experimentado, pero todo lo demás no lo tomas en cuenta: su plática es aburrida, su manera de vestir te resulta demasiado sosa o estrafalaria, su voz es demasiado suave o estridente, no posee mucho sentido del humor, y ni hablar de sus ideas y metas en la vida.