Christopher Bird

  • apikaliahas quoted10 months ago
    descubrieron que crecen en direcciones opuestas, hundiéndose en la tierra como atraídas por la fuerza de gravedad, y proyectándose al aire como si tirase de ellas cierta forma de antigravedad o ingravidez.
  • Pato Pereyrahas quoted3 days ago
    A principios del siglo XX, un experto biólogo vienés de nombre gálico, Raoul Francé, lanzó la idea, extraña y hasta escandalosa para los filósofos naturales de aquel tiempo, de que las plantas mueven su cuerpo con la misma libertad, facilidad y gracia que el más hábil animal o ser humano, y la única razón de que no caigamos en la cuenta de esto es que lo hacen a ritmo mucho más lento que los hombres.

    Las raíces de las plantas, decía Francé, buscan su camino inquisitivamente hacia el interior de la tierra, sus capullos y vástagos describen círculos concretos, sus hojas y flores se inclinan y estremecen ante el cambio, sus tallos y ramitas exploran en torno suyo y alargan sus brazos espectrales para tantear sus alrededores. El hombre, decía Francé, cree que las plantas no se mueven ni sienten porque no se toma el tiempo suficiente para observarlas
  • Pato Pereyrahas quoted3 days ago
    Así pues, la raíz es una especie de bomba de agua. Esta opera como un solvente universal, vivificando los elementos desde la raíz hasta las hojas, evaporándose y volviendo a caer a la tierra, para servir una vez más de medio de esta cadena de vida. Las hojas de un girasol corriente transpiran en un día tanta agua como la que suda un hombre. En un día cálido un solo abedul puede absorber hasta cerca de 400 litros, exudando una refrescante humedad por sus hojas.

    No hay planta que no tenga movimiento, según Francé; todo crecimiento es una serie de movimientos; las plantas están constantemente dedicadas a inclinarse, girar y temblar. Describe un día de verano en que millares de brazos como pólipos se destacan de un árbol pacífico, estremeciéndose y temblando de impaciencia por llevar alimento al grueso tronco que crece debajo de ellos. Cuando el zarcillo, que describe un círculo completo en sesenta y siete minutos, encuentra algo saliente, a los veinte segundos empieza a curvarse en torno al objeto, y al cabo de una hora se ha enroscado a él con tanta firmeza que es difícil separarlo. Entonces se convierte en una especie de sacacorchos y levanta hacia sí la enredadera.
  • Pato Pereyrahas quoted6 hours ago
    Salvo Afrodita, no hay en este planeta nada más bonito que una flor, ni más esencial que una planta. La verdadera matriz de la vida humana es la capa de verde césped que cubre a la madre tierra. Sin las plantas verdes no comeríamos ni respiraríamos. Bajo la superficie de cada hoja hay un millón de labios móviles que se dedican a devorar anhídrido carbónico y a despedir oxígeno. Más de 64 millones de kilómetros cuadrados de superficies cubiertas por hojas están cada día realizando este milagro de la fotosíntesis, produciendo oxígeno y alimentos para el hombre y los animales.

    La cantidad principal de los 375.000 millones de toneladas de alimentos que consumimos al año procede de las plantas, que los sintetizan del aire y del suelo con la ayuda de la luz solar. El resto deriva de productos animales, que también proceden de las plantas. Todos los alimentos, bebidas, estupefacientes, drogas y medicinas que mantienen vivo al hombre, y si los usa como es debido, radiantemente sano, están a nuestra disposición gracias a la amabilidad de la fotosíntesis. El azúcar produce todos nuestros almidones, grasas, aceites, ceras y celulosa. Desde la cuna hasta la sepultura, el hombre necesita celulosa como base para su vivienda, vestido, combustible, fibras, cestería, cuerdas, instrumentos musicales, y el papel en el cual consigna por escrito su filosofía. La abundancia de las plantas que para su beneficio utiliza el hombre queda perfectamente indicada en las seiscientas páginas, aproximadamente, del Dictionary of Economic Plants (Diccionario de plantas económicas), de Uphof. La agricultura es la base de la riqueza de una nación, y en eso están de acuerdo todos los economistas
  • Pato Pereyrahas quoted6 hours ago
    Una planta de la familia de las droseráceas, que algunos llaman «atrapamoscas de Venus», caza las moscas con exactitud infalible, avanzando en la dirección debida hacia donde «sabe» que va a encontrar su presa. Ciertas plantas parásitas son capaces de reconocer el rastro más ligero del olor de su víctima, y superan todos los obstáculos que se les pongan en el camino para arrastrarse hacia ella.

    Las plantas parecen saber qué clase de hormigas les van a robar el néctar, y se cierran cuando hay alguna cerca; solo se abren cuando hay suficiente rocío en sus tallos para impedir que trepen por ellos. Las acacias más adelantadas y «listas», por así decirlo, contratan, de hecho, los servicios de protección de ciertas hormigas, a las que compensan con néctar, a cambio de su defensa contra otros insectos y mamíferos herbívoros
  • Pato Pereyrahas quoted6 hours ago
    Francé insiste en que las plantas están constantemente observando y registrando acontecimientos y fenómenos de los que no sabe nada el hombre, prisionero de su punto de vista antropocéntrico del mundo, que se le revela subjetivamente a través de sus cinco sentidos
  • Montserrat Macías Torreshas quoted5 months ago
    Las acacias más adelantadas y «listas», por así decirlo, contratan, de hecho, los servicios de protección de ciertas hormigas, a las que compensan con néctar, a cambio de su defensa contra otros insectos y mamíferos herbívoros.
  • tania barberánhas quotedlast year
    El dogma de Aristóteles de que las plantas tienen almas, pero no sensibilidad
  • tania barberánhas quotedlast year
    Carl von Linneo
  • tania barberánhas quotedlast year
    crecen en direcciones opuestas,
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