Como bien lo afirma Sunstein en esta obra, en una democracia funcional las instituciones reducen los riesgos que acompañan a la conformidad, en parte porque aseguran (o tratan de hacerlo) que quienes se apegan al comportamiento predominante, es decir, quienes tienden a conducirse como rebaño, estarán atentos y aprenderán de quienes disienten del patrón general de comportamiento, y cuyo disenso está protegido por las condiciones mismas de operación de una democracia. Esta estructura institucional, democrática, eleva la probabilidad de que permee en el colectivo un mayor número de visiones, valoraciones e información, en beneficio común