La quiero, a esta impresionante y valiente mujer. Y quiero a los niños. Esos increíbles, horribles y perfectos niños que ella ama con cada centímetro de su alma. Quiero que sean míos. Míos para sostenerlos, míos para protegerlos y enseñarles. Su alegría, su risa, su amor. Quiero volver a casa, disfrutar de ello, ser la razón de ello.
Pero aún más que eso, quiero merecerlos.
Ser digno.