El yoga considera que las acciones son de cuatro tipos: negras, que sólo provocan malas consecuencias; grises, cuyos efectos son mixtos; blancas, que conllevan buenos resultados y un cuarto tipo, las que carecen de color, en las que las acciones no producen reacciones. Estas últimas son las del yogui iluminado, que puede actuar en el mundo sin ya volver a encadenarse a la rueda kármica del devenir