Entonces, a manos llenas toma mis carnes, acaricia mis axilas, masajea mi pecho, soba mi vientre y... claro, yo entro en celo, en uno de esos celos escandalosos que solo se sofocan al más puro estilo felino: por detrás y sin miramientos
Maridelibro A.Chas quoted2 years ago
entre mis dedos, que no alcanzaban a cerrarse
Jessiehas quotedlast year
«aprender a vivir arrebatados por el cambio» —en palabras de Juan Urrutia—
Impressions
Samuel Montoya Grisalesshared an impression5 months ago