León Tolstoi

escogía, pues, orientaciones ni modos de pensar, antes dejaba que las orientaciones y modos de pensar viniesen a su encuentro,

«Sin duda hay en mí algo repugnante, algo que repele a la gente», pensaba Levin al salir de casa de los Scherbazky y di­rigirse a la de su hermano. «No sirvo para convivir en socie­dad. Dicen que esto es orgullo, pero no soy orgulloso. Si lo fuera, no me habría puesto en la situación que me he puesto.»

Todas las familias felices se parecen unas a otras; pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgra­ciada

Todas las familias felices se parecen unas a otras; pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgra­ciada.

optó por el liberalismo y no por el conservadu­rismo, que también tenía muchos partidarios entre la gente, no fue por convicción íntima, sino porque el liberalismo cua­draba mejor con su género de vida.

Esteban Arkadievich profesaba firmemente las opiniones sustentadas por la mayo­ría y por su periódico.

escogía, pues, orientaciones ni modos de pensar, antes dejaba que las orientaciones y modos de pensar viniesen a su encuentro,

tenía que fingir contrariando fuertemente sus inclinaciones.

Pero al contemplar el rostro de Dolly, cansado y dolorido, al oír su re­signado y desesperado acento, se le cortó la respiración, se le oprimió la garganta y las lágrimas afluyeron a sus ojos.

ha­cían ser respetado en su oficina eran, ante todo, su indulgen­cia con los demás –basada en el reconocimiento de sus pro­pios defectos–