Rosana Álvarez Bueno

La autoselección de características de comportamiento de menor agresividad a más tolerancia y acercamiento hacia los individuos de su propia especie o de otras produce individuos más adaptados a la supervivencia en el medio en el que viven, cambiando a su vez la morfología de la especie.

la conducta es el resultado de la interacción compleja entre genes y medio ambiente.

hoy es preferible adoptar un perro mestizo al que se le haga previamente un análisis de la conducta por un profesional acreditado para comprobar que se ajuste a tus condiciones de vida, que un perro de una raza determinada esperando que cumpla unos estándares de comportamiento o físicos, a no ser que tengas mucho dinero para gastar y que te asegures que el criador cumple con todas las premisas teóricamente ideales

Es un error elegir a tu perro solamente por la raza

experimentan emociones positivas en las mismas áreas cerebrales que los humanos en respuesta a sonidos y entonaciones agradables de sus propietarios y detectan nuestros estados de ánimo; que interactúan con sus propietarios al igual que un niño con sus padres y que son los únicos animales no primates que miran a las personas a los ojos

a inteligencia de un animal estará adaptada a la vida que le toca vivir,

Pero el perro no es un lobo, hay muchos cambios que se han producido durante el periodo de domesticación.

Pero el perro no es un lobo, hay muchos cambios que se han producido durante el periodo de domesticación.

Para establecer un orden, existe la jerarquía de grupo. De otra forma, las peleas por cada recurso se sucederían en el tiempo y acabarían con la muerte de más de un individuo, cosa que no es viable evolutivamente hablando.

La jerarquía funciona proporcionando un orden de prioridades en el acceso a los recursos y es mantenida, no mediante la violencia sino mediante un lenguaje ritualizado y perfectamente comprensible por todos los individuos a través

tructura social que se demostró más tarde como real en manadas de lobos en libertad.

Los grupos de perros asilvestrados no se estructuran socialmente como los lobos en cautividad ni como los que viven en libertad, sino que han sufrido modificaciones debidas a la domesticación.