Según la American National Sleep Foundation, los adultos de entre 16 y 64 años deben dormir entre siete y nueve horas cada noche1. Si no lo hacen, pagan las consecuencias. Los estudios científicos demuestran de forma concluyente que la falta de horas de sueño es la causa subyacente de muchas enfermedades mentales y físicas2. Es más, el sueño ligero perjudica el razonamiento lógico, la función ejecutiva, la atención y el estado de ánimo3. Y lo peor es que la falta severa de sueño puede desembocar en depresión, ansiedad o síntomas de paranoia4. Además, a largo plazo, la falta de sueño es un factor de riesgo para la demencia o el Alzheimer5. Y ahora lo más sorprendente: mientras que los humanos podemos sobrevivir varias semanas sin comer y hasta una semana sin beber, únicamente podemos estar unos pocos días sin dormir6.