La narrativa escrita por mujeres en este género, que tuvo su efervescencia a partir de los años cincuenta con autoras como Guadalupe Dueñas, Julieta Campos e Inés Arredondo en la exploración de lo fantástico y lo insólito en lo real cotidiano, vive una especial ebullición en temas existenciales y de gran complejidad psicológica de la mano de María Luisa Puga, Tita Valencia y Esther Seligson, por mencionar algunas