Jonathan Tepper

no. YouTube, de Google, ha limitado la libertad de expresión de destacados conservadores, a los que ha censurado o degradado. En la mayoría de los casos, ni siquiera se alegan motivos para el castigo ni se ofrece medio alguno para presentar apelaciones

Sin embargo, los algoritmos están programados por personas, y estas son imperfectas y tienen sus preferencias. A la izquierda quizá hoy le parezca bien que se censure a los conservadores, pero ¿quién controlará estas plataformas dentro de cinco o diez años? ¿Y quién impedirá que estos gigantes cooperen con países que impongan la censura a sus propios ciudadanos

países.
En la actualidad, los monstruos tecnológicos son, en muchos aspectos, más poderosos que la mayoría de los países desarrollados, y tienen mucha más capacidad como reguladores y árbitros del mercado que los Gobiernos