Vicente Haya

la descripción pura, exacta, sin intromisiones del yo, de lo que sucede fuera del poeta; la atención plena al mundo que nos rodea.

Un haiku es una instantánea de la realidad.

El haiku no transforma el mundo; te pone en contacto con él, te lleva a él, te introduce en él.

No explica la realidad, ni la embellece; la muestra. Porque parte de la base de que el mundo es perfecto.

haiku decide que no hay nada que no merezca transformarse en poesía.

haiku no es un juego literario; tiene que conmover o cambiar algo de ti.

Estos otros te dicen si ese haiku vale algo. Los otros son un regalo para ti. Porque tu haiku no es lo que has sentido, sino lo que haces sentir a otros a partir de eso que has experimentado.

Y entonces el poeta tiene la ocasión de adivinar qué de su interior no es real, según los fallos que tenga su haiku. No supo captar que había fuera eso, lo que aún no tenía dentro.

El fracaso es parte de nuestro entrenamiento espiritual.

otros mismos y llegar gracias a ellas a ubicarnos de verdad en nuestro mundo. El haiku es un modo extraordinario de entrar en la realidad que nos soporta; de vivir la existencia por dentro.