las irregularidades forman parte del comportamiento sistemático de desarrolladores, que, además, aprovechan un contexto en que el uso de las figuras de excepción son una constante en la planeación de la ciudad, es decir, de aquellas figuras que posibilitan la autorización de proyectos sin consultar a la comunidad y/o sin recurrir a la Asamblea, exceptuando así los procedimientos propios de elaboración y/o modificación de los Programas de Desarrollo Urbano