lo vikingos les gustaba la compañía de los cuervos. Los declararon sus aves de guerra. Cuando partían en sus campañas de saqueo, los guerreros, entre ellos también Guillermo el Conquistador, llevaban una bandera de cuervo sagrada. Pero no pensaban lo mismo sobre aquellas aves negras los numerosos pueblos nórdicos asaltados, incendiados y masacrados por los vikingos. Para ellos, los cuervos se relacionaban directamente con la llegada de los vikingos y, en consecuencia, con la muerte que estos traían.