Voy a salir a limpiar los retoños del pasto
sólo me detendré a barrer las hojas
(y, tal vez, a ver cómo el agua se aquieta).
No tardaré mucho. Ven conmigo.
Voy a buscar al pequeño ternero
aquél que está parado junto a su madre. Es tan chiquito.
Cada vez que ella lo lame con su lengua, se tambalea.
No tardaré mucho. Ven conmigo.