fumar triplica la pérdida de telómeros,[67] por lo que el primer paso es sencillo: deje de fumar. Sin embargo, la comida que ingiere a diario también puede ejercer un impacto considerable en la velocidad a la que pierde telómeros. El consumo de fruta,[68] verdura[69] y otros alimentos ricos en antioxidantes[70] se ha asociado a telómeros protectores más largos. Por el contrario, el consumo de cereales refinados,[71] refrescos,[72] carne (inclusive el pescado)[73] y lácteos[74] se ha asociado a telómeros más cortos.