Raquel Maresma

lo que parecía una virtud acabó por transformarse en su calvario:

cuanto más intentaba controlar lo incontrolable, más enfermaba de una tristeza que se hacía difícil traducir en palabras, pero que se adivinaba en su mirada apagada y que se había adueñado de la expresión de su rostro, cada día más desencajado

De ninguna manera puede concebirse como la suma de dos personas; es mucho más que eso, si la entendemos como un sistema con componentes que interaccionan, que intercambian no solo palabras, sino ideas, pensamientos, emociones, sentimientos, ideologías, gustos, y que están dispuestos tácita o explícitamente a negociar en pos de una unidad: la unidad del sistema pareja

La pareja es un sistema autogobernado por reglas que se desarrollan, evolucionan y se instauran a través del tiempo por medio de ensayos y errores (Minuchin, 1979

el 70 % de los hombres estaba dispuesto a donar el corazón a su pareja, frente al 35,2 % de las mujeres aproximadamente.

También podríamos inferir que los hombres son más dependientes y están más aferrados a la conyugalidad que el género femenino.

Quiero que seas tal como deseo»: enamorarse de un fantasma

otro no es el otro, es una gran pantalla en la que se proyectan las necesidades personales. En esos momentos debe diferenciarse el hecho de estar enamorado del de estar entrampado, enlazado, enganchado, atrapado, preso en un vínculo de pareja.

Esta forma hace que el partenaire que es blanco de las proyecciones del otro sea ninguneado, desconfirmado, porque solo se ve en él al otro que podría ser, pero no es. Se encuentra siempre sometido a la permanente demanda de ser alguien que no es.

pareja había construido un «nosotros» mitificado, regidos por la idea de que cuanto más unidos estuvieran, mayor sería el amor entre ellos. Sin embargo, paradójicamente, habían llegado al punto de que, para poder seguir amándose, les hacía falta inyectar dosis de individualidad; de lo contrario, estaban cobrando cada vez más presencia los sentimientos hirientes y, contradictoriamente, la distancia entre ellos era mayor. Esos sentimientos hirientes y agresivos terminaban siendo una forma sintomática de tomar distancia, de alejarse, de tener individualidad.