—No lo sabes, Clark. No tienes ni idea de cómo saldrían las cosas. No tienes ni idea de cómo te vas a sentir dentro de otros seis meses. Y no quiero verte todos los días, verte desnuda, ver cómo caminas por el pabellón con esa ropa tuya tan alocada y no…, no ser capaz de hacerte lo que quiero hacerte. Oh, Clark, si supieras lo que quiero hacerte ahora mismo. Y yo… No puedo vivir con eso en la cabeza. No puedo. No soy yo. No puedo ser un hombre que simplemente… acepta.