Que sepa, pues, el que pregunta
Que no soy rico ni pobre;
Soy de fuertes impulsos y pasiones
De cuerpo pequeño y desgarbado;
Aceptado de pocos y de pocos aceptador,
Extremado en el odio y el amor.
Detesto al que me desagrada,
Y adoro al que se me antoja;
Precipitado en el juzgar,
Y errado de juicio casi siempre;
Firme en la amistad, aunque supongo
A los otros falaces y engañosos.