Acerca del episodio que acabo de relatar no he oído ningún comentario, ni en un sentido ni en otro. Recuerdo que mi madre dijo una vez: Sí, sí, hicimos una excursión a la majada de Bäsna. Cuando llegamos, Ernst se fue a pescar truchas. Volvió con una anguila muy gorda. Yo me negué a matarla, así que la echamos al lago y para cenar comimos lonchas de jamón frito con patatas.
Aquí habla el escritor