Luciano Lutereau

  • Bianca Beltránhas quotedlast year
    si Lacan utiliza esta fórmula es porque, justamente, apunta a distinguir la regla de la ley. Mientras que las reglas prohíben, la ley causa el deseo. La metáfora paterna tiene el propósito de sancionar el pasaje, en el niño, de “objeto de deseo” a “deseante”. Sin embargo, ¿en qué consiste esta operación del padre?
  • Bianca Beltránhas quotedlast year
    En principio, resulta curioso que este “hacerse” preferir, vuelve a ubicar al niño ante una escena de seducción. En este sentido es que Lacan recupera el Edipo “invertido”, aunque no se trate de tomar al padre como objeto de deseo (una elección homosexual, en el sentido de Freud) sino del encuentro con el deseo del padre, en particular, del deseo del padre por la madre; dicho de otro modo, del padre, en tanto “hombre”, por la madre “en tanto mujer”. Por eso Lacan es enfático al sostener que el padre simbólico no existe (o bien, es el padre muerto) y el padre imaginario es el que habita en la fantasía de los neuróticos, mientras que la castración tiene como referente al padre real, es decir, ese hombre.

    De este modo, el niño se convierte en hombre ante otro hombre; o mejor dicho, queda marcado por la promesa de la hombría. Lacan hace mención a esta cuestión al afirmar que el padre es quien “tiene” aquello que el niño “tiene, pero aún…”, vía por la cual introduce al niño en la perspectiva de la falta fálica (antes que atribuirle un objeto).
  • Bianca Beltránhas quotedlast year
    Respecto de la primera indicación, la dialéctica del amo y el esclavo expone cómo la constitución de la identidad requiere de un pasaje por la alteridad, que surge del encuentro de un deseo con otro deseo, y del conflicto necesario que se resuelve a través de la cesión en que el esclavo se descubre como tal.
  • Bianca Beltránhas quotedlast year
    Por lo tanto, padre no es quien prohíbe o impone un orden, sino aquel que se destituye de su potencia en función del deseo y su causa.
  • Carlos Jassohas quoted2 years ago
    Pensemos un ejemplo. Suele hablarse hoy en día de “femicidios”. Evaluar la pertinencia de esta categoría es poco interesante. Mejor atendamos a la circunstancia siguiente: se vincularía este tipo de violencia con la consideración de la mujer como objeto. Sin embargo, en diferentes casos se comprueba todo lo contrario; es lo que ocurre cuando muchas veces el varón que ataca a la mujer lo hace a partir de sentir celos. El varón celoso de nuestro tiempo ya no corre en busca de su rival, al que desafía a través de un duelo; por el contrario, vive atormentado por el goce que le supone a la mujer
  • Carlos Jassohas quotedlast year
    ¿Acaso la impotencia no puede ser parte también de la potencia? ¿Cómo repensar la noción de potencia, para que no se confunda con un mero ejercicio de poder e incluya la experiencia de aquello que los psicoanalistas llamamos “castración”
  • Carlos Jassohas quotedlast year
    El eje es otro: no es la competencia entre saberes para ver “quién la tiene más grande”, sino repensar la actualidad del análisis en el siglo XXI, cuya vigencia, para mí, es completa, aunque no sin algunas aclaraciones: por ejemplo, no dudo de que la noción de envidia del pene es aún un operador clínico clave para nombrar el modo en que las mujeres viven las relaciones amorosas
  • Carlos Jassohas quotedlast year
    sobre todo para explicar por qué en el post-patriarcado la misoginia (y la homofobia) se han acrecentado
  • Carlos Jassohas quotedlast year
    El título proviene de la frase que, en 1959, Édith Piaf habría dicho luego de escuchar a Jacques Brel cantar Ne me quitte pas: “¡Un hombre no debería cantar cosas así!”, exclamó el gorrión de París
  • Carlos Jassohas quotedlast year
    la llamada “estetización de la vida cotidiana”
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