Cada tarea que cumplía era la oportunidad para convertirme en la persona que se suponía que tenía que ser. Pero no era una persona en particular, yo estaba bien. Mi situación económica era más o menos estable, las cosas parecían prolijas, en su lugar. Sin embargo algo hacía ruido: algo, o todo, no era como yo esperaba, incluso aunque no estuviera esperando nada.