realidad y la literatura tienen que seguir abasteciéndose, abasteciéndonos, y la irrupción de un relato o de un atisbo de relato nos lleva de un lado a otro, el ejercicio de probada eficacia que la inteligencia y la imaginación, pero de buenas a primeras solo la atención (que abarca a ambas o las sustituye), establece para que sigamos un itinerario insospechado.