Nuria Labari

Las bestias que me habitan son escandalosas. Hablan todas a la vez, me gritan, me exigen que haga algo muy urgente. Pero no alcanzo a descifrar lo que me intentan decir. Hay demasiado ruido

“Las personas fuertes no se doblan/ Se rompen/ y se hacen añicos”,

No hay consuelo en el universo luminoso de todo lo que es hermoso y bueno y se puede comprar. Es sólo una forma de rodear el abismo, pero al bordearlo el agujero se hace más grande.

Es mentira: la realidad no supera la ficción. Necesitamos la ficción para superar la realidad

“Las personas fuertes no se doblan/ Se rompen/ y se hacen añicos”, escribió la poeta Märta Tikkanen

Leslie Jamison, “la empatía no consiste sólo en acordarse de decir debe de ser muy duro”; la empatía “requiere indagación e imaginación a partes iguales. La empatía requiere saber que no se sabe nada”.

es evidente que ninguno tiene la sensación de haber vuelto a nacer. Es más bien como si hubieran vuelto de morir, y ni siquiera por propia voluntad. Aquí nadie se siente afortunado. La vida ya no es un consuelo para ellos. Después de las bombas la vida no consuela, la vida duele

Prefiero. Ese es el problema, que lo prefiere. “Amor mío, te prefiero”. Pero a mí preferir me parece poco, me parece un asco

“Las personas fuertes no se doblan/ Se rompen/ y se hacen añicos”, escribió la poeta Märta Tikkanen

la empatía “requiere indagación e imaginación a partes iguales. La empatía requiere saber que no se sabe nada”.