Mireia Bofill

  • Marcia Ramoshas quoted2 years ago
    El discurso crítico sobre la poesía ha dicho muy poco sobre las condiciones cotidianas de nuestra existencia material, pasadas y presentes: qué huella dejan en la vida de los sentimientos, de las respuestas humanas involuntarias; cómo vislumbramos un rastro de humo en el aire, contemplamos un par de zapatos en un escaparate, miramos a una mujer dormida en su coche o a un grupo de hombres en una esquina, cómo escuchamos el zumbido de un helicóptero o el golpeteo de la lluvia sobre el tejado o la música que suena en la radio en el piso de arriba, cómo respondemos a la mirada de una vecina o de un desconocido o la evitamos. Esa presión altera nuestro ángulo de visión, lo reconozcamos o no
  • mellamogisellehas quoted2 years ago
    Los «grandes hombres» hablaban de otros «grandes hombres», de la naturaleza del Hombre, de la historia de la Humanidad, del futuro del Hombre, y nunca más volví a recibir, de un profesor, el tipo de estímulo, la insistencia en que mi mejor trabajo podía ser aún mejor, que había experimentado en el colegio. A las alumnas simplemente no nos tomaban demasiado en serio.
  • mellamogisellehas quoted2 years ago
    i existe un concepto realmente engañoso, es el de «coeducación»: la idea de que por el hecho de sentarse en una misma aula, escuchar las mismas clases, leer los mismos libros, realizar los mismos experimentos en el laboratorio, mujeres y hombres están recibiendo una educación igual. Y no es así. En primer lugar, porque el contenido mismo de la educación otorga reconocimiento a los hombres a la vez que invalida a las mujeres
  • mellamogisellehas quoted2 years ago
    Las mujeres y los hombres no reciben una educación igual, porque fuera del aula a ellas no se las considera personas soberanas, sino una presa.
  • mellamogisellehas quoted2 years ago
    Pensar como mujer en un mundo masculino significa pensar críticamente, negándose a aceptar lo dado, estableciendo vinculaciones entre hechos e ideas que los hombres han dejado disociados. Significa recordar que toda mente reside en un cuerpo; seguir siendo responsables ante los cuerpos en los que vivimos; contrastar continuamente las hipótesis dadas con la experiencia vivida. Significa mantener una actitud crítica constante en relación con el lenguaje, ya que, como señaló Wittgenstein (que no era feminista), «Los límites de mi lengua son los límites de mi mundo». Y también significa hacer lo más difícil de todo: escuchar y estar atentas, en el arte y en la literatura, en las ciencias sociales, en todas las descripciones del mundo que recibimos, a los silencios, a las ausencias, a lo innombrado, lo no dicho, lo codificado, pues allí encontraremos el verdadero saber de las mujeres.
  • Marcia Ramoshas quoted2 years ago
    su producto (me-diante la institución del matrimonio y de la maternidad como producción gratuita; la segregación horizontal de las mujeres en el trabajo remunerado; el señuelo de la mujer cuota con movilidad ascendente; el control masculino del aborto, la anticoncepción, la esterilización y el parto
  • Marcia Ramoshas quoted2 years ago
    casadas)

    6. usarlas como objetos en transacciones entre hombres (uso de mujeres como «regalo»; dote marital; proxenetismo; matrimonios concertados por otros; uso de mujeres como animadoras para facilitar los negocios entre hombres: por ejemplo, la esposa anfitriona, las camareras de copas forzadas a vestirse para la excitación sexual masculina, chicas reclamo, «conejitas», geishas, prostitutas kisaeng, secretarias)
  • Marcia Ramoshas quoted2 years ago
    El cinturón de castidad, el matrimonio en la infancia, la cancelación de la existencia lesbiana (salvo como exótica y perversa) en el arte, la literatura, el cine; la idealización del enamoramiento y del matrimonio heterosexual, todas estas son formas de coacción bastante evidentes, siendo las dos primeras ejemplo de fuerza física y las dos segundas de control de la conciencia. En cuanto a la clitoridectomía, que ha sido denunciada por las feministas como forma de tortura femenina,
  • Marcia Ramoshas quoted2 years ago
    Pero incluso la llamada pornografía suave y la publicidad muestran a las mujeres como objetos de apetito sexual carentes de contexto emocional, sin significado ni personalidad individuales, esencialmente como mercancía sexual para el consumo de hombres. (La llamada pornografía lesbiana, creada para la mirada voyeur masculina, carece también de contexto emocional y de personalidad individual
  • Marcia Ramoshas quoted2 years ago
    La pornografía no se limita a crear un clima en el cual el sexo y la violencia resulten intercambiables; amplía la gama de conductas consideradas aceptables para los hombres en la relación heterosexual, conductas que una y otra vez despojan a las mujeres de su autonomía, dignidad y potencial sexual, incluido el potencial de amar y ser amadas por mujeres en reciprocidad e integridad
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