Las teorías marxistas de la lucha de clases, el imperialismo, la dependencia, el colonialismo interno, la explotación y la dominación del capital sobre la vida humana y el ecosistema se convierten, por arte de magia discursiva, en apenas un relato más, con el mismo estatus ontológico de la autoayuda, el cultivo del aloe vera, la meditación y el yoga.