Durante esta investigación buscamos soldados que, rompiendo con la cadena de mando, hubieran desobedecido alguna orden, por mínima que fuera, para no provocar dolor a una persona. Fue una búsqueda que respondió a una necesidad personal de saber que se puede romper con la verticalidad de la violencia, que siempre está la posibilidad del No, que necesitamos aferrarnos a nuestra humanidad como un salvavidas en un país donde han ocurrido más de 200 mil asesinatos en la última década.