«Antes de comer, no ofendas a la cocinera; y antes de irte a la cama, no ofendas a la laopo». ¿Es que no lo sabes? ¿Cómo van a ser los jiaozi que nos van a preparar estos dos? Él me dijo: Tranquilo, hombre. Se trata solamente de poca carne y mucha verdura, como de costumbre. ¿No deberíamos pensar mal?, le dije. ¿No temes que la abuela nos diese piñón de Indias, mosca española o algo parecido? Él me dijo: No deberías tener este tipo de pensamientos con la gente. En este mundo hay más gente buena que mala. Tras decir eso, Make parecía ya el gran señor, el cual acompañaba a su subalterno a sentarse a la mesa.