Pablo

sones de nenúfares ardientes

desconectan mis futuras sombras

las promesas se coagulan

frente al signo de estrellas estranguladas

cielo trozo de cosmos cielo murciélago infinito

el

miedo

pasea por mi sangre

arranca mis mejores frutos

Acceder al internet se percibe como entrar «en un campo lleno de expertos», pero que a la vez puede convertirnos en esa especie de sabelotodo que no sabe nada, sino que solo repite lo que encuentra en Wikipedia, donde, si la información no te gusta, la puedes editar.

Es más, una serie de estudios y experimentos llevados a cabo en la Universidad de Harvard observó cómo las cualidades «no humanas» del internet pueden causar que una persona no sepa distinguir entre la información guardada en su memoria y la información que se encuentra en la nube. Esto se debe a ese sentimiento de «saber» que acompaña a la búsqueda en plataformas como Google. Estas personas, como indica Adrian Ward, «se hacen uno con la nube, creyendo que ellos mismos son espectacularmente hábiles para pensar, recordar y localizar información y que seguirán poseyendo estos atributos incluso si están desconectados del internet».

que nos comunica, paradójicamente nos desconecta y aísla.

cómo mantenernos humanos?, ¿cómo no perder el sentido común?, ¿cómo no

ser manipulados?

decir, ¿en qué instancias la tecnología busca

de hecho «apagar el cerebro»? ¿Existen mecanismos

tecnológicos que apuntan no solo a vigilar, sino sobre todo a

manipular al ser humano, o es esto una mera teoría de la conspiración? ¿Existe una especie de «tiranía» de los

algoritmos y la inteligencia artificial?