Otro fogonazo de mi imaginación: Addie, debajo de mí, mirándome exactamente así, con mis manos apretando con fuerza la piel de sus caderas, dejándole marca. Otra vez de rodillas delante de mí, sonriéndome exactamente así antes de embestir su boca con fuerza mientras una de mis manos se pierde en su pelo y la otra en su cuello...