Ana Bejarano

Me gustaba leer libros sobre personajes y hechos históricos; me relajaban, porque en ellos todo está sellado, es concluyente y nada puede ser cambiado. L

ficción literaria, por el contrario, que se encuentra bajo el poder de otra persona, de sus caprichos, me producía desasosiego.

y ya no tuvo sentido empujarlo a hablar más, porque acababa de ofrecer su sacrificio al monstruo de la memoria

contacto era demasiado íntimo y se desperdició muchísima munición. Eso fue lo que empujó a los alemanes a construir los campos, en los que el sistema se parecía mucho a los utilizados en el control de plagas o a los de la desratización, además de que podían emplear en ellos a esclavos judíos para que se ocuparan del trabajo negro.

Fue el instinto animal de sobrevivir a cualquier precio lo que movió la maquinaria y la resignación del ser humano ante el empuje de un poder irrefrenable. En eso se basó el método alemán.

para llegar a ser alguien en la vida hay que estar dispuesto a matar

Solo con la fuerza se vence al que te fuerza y hay que estar dispuesto a matar.

¿O es que no sabes que el ser humano es asesino por naturaleza?

Ahora entendéis que lo que importa es tener el poder y la fuerza, poder y fuerza. No hay que ser ingenuos ni tener piedad

No me gustaba ser el centro de atención. Me dedico a contar cosas de