Palmer, usted supone que al no haber vivido yo su experiencia religiosa, no puedo apreciar la grandeza de su dios, pero es todo lo contrario. Lo escucho hablar y pienso: "¡Su dios es demasiado pequeño! Un despreciable planeta, de unos pocos años de antigüedad, no merece la atención ni siquiera de una deidad menor, y mucho menos del creador del universo."